viernes, 7 de diciembre de 2012

TRAVESÍA REYES MAGOS

Este fin de semana iba a ser tranquilo y sin ninguna actividad fuera de casita, cena y poco más... hasta el martes. ¿Y qué pasó el martes? Pues que vi en la Casa de la Cultura de mi pueblo un cartel con una travesía solidaria corriendo por numerosos pueblos con el fin de recoger juguetes para la Cruz Roja y que esta los repartiese entre los más necesitados.
La travesía la organizaba un club de Murcia, el Ermita de Burgos (y en especial su sección de montaña y ultradistancia), y saldría por Alhama de Murcia para dirigirse a Caravaca el primer día; seguiría de Caravaca hasta Lorquí el segundo día; para terminar de Molina de Segura hasta Murcia el tercer día.
¿Y qué fue lo que hice? Pues por supuesto, ponerme en contacto con ellos para correrla. ¡Claro!
¿Y qué tiene de malo? Pues que eran unos 240 km a hacer en 3 días! Y por supuesto, dado mi poco conocimiento, pensé en hacerlo todo! Lo malo es que llevo más de 2 meses casi sin correr y sin hacer bici y no estoy en condiciones de hacerlo.
Además, ¿cómo les llamas, a falta de 2 días, y les dices que quieres correr esa salvajada sin haber entrenado y sin que te conozcan? La verdad es que es una locura, pero lo hice. Les escribí un correo electrónico para acompañarles todo lo que pudiera (yo mismo no sabía en qué condiciones físicas estaba...), pero me dijeron que mejor que no empezara con ellos, ya que las primeras etapas eran muy duras y lo podría pagar a posteriori. Así, decidí que lo mejor era sacrificar las etapas del inicio y empezar en Pliego para poder llegar al menos a Bullas el primer día y después ya vería cómo reaccionaba!
 
El jueves (festivo por ser el día de la Constitución), me presenté en Pliego para esperar a los corredores llegar, pero sus compañeros me dijeron que llevaban una hora y media de retraso y que iban a salir sin ellos para cumplir el horario: la travesía la iban a hacer unos pocos y el resto lo iba a hacer por relevos para ayudar a que fueran más los corredores que participasen.
 

Habían salido de Alhama de Murcia y tras pasar por Totana y Aledo, el cuarto pueblo por el que pasaban era Pliego tras cruzar Sierra Espuña. Y había sido en este último tramo donde habían habido problemas que les habían retrasado y por lo que todos los "relevistas" salimos de Pliego antes de que llegasen en dirección a Mula.
En todos los pueblos por los que pasabamos se realizaba un acto protocolario con alguna autoridad (alcalde o concejales) en el que se hacía un acto simbólico de entrega de lo recogido en cada pueblo, y eso hacía que se fuera acumulando tiempo perdido en cada pueblo.
Tras pasar por Mula, nos dirigimos al Niño de Mula, donde había además una comida organizada para que los corredores pudiesen reponer fuerzas y a donde acudieron los corredores que se habían retrasado en Sierra Espuña. Allí, además, se hizo una ofrenda en la ermita del Niño.
Sin mucha pausa para los que venían con retraso, se salió hacia Bullas por la Vía Verde del Noroeste ya que se volvía a llevar retraso y no se podía hacer esperar mucho a los alcaldes/concejales. Desde allí ya ibamos los que hicimos buena parte del recorrido restante: Jesús, Jose Antonio, Parra, McGregor, Dieguez,... A un ritmo muy muy suave, ya que el cansancio acumulado no les permitía ir rápido, llegamos a Bullas de noche, y donde hubo discurso incluido del alcalde. A mitad de camino se nos unió Joaquín en bicicleta, un orientador de Bullas amigo de Jesús (¡qué casualidad!) y que nos acompaño hasta Caravaca.
De allí, y bien abrigados por las bajas temperaturas, nos dirigimos a Cehegín y Caravaca para terminar cerca de las 21h. Yo hice unos 40-43 km, sin ningún problema físico (excepto el frío), pero cansado por las muchas horas (demasiadas) de trote. El total de travesía era ya de 98 km.
 
Al día siguiente me levanté con alguna dificultad y me fui a Caravaca para salir nuevamente a correr, esta vez por la montaña (¡bien!). De Caravaca nos fuimos a Moratalla acompañados de un chico de allí, Ventura, que nos hacía de guía, pero aún así llegamos con una hora de retraso... Tras un nuevo acto protocolario, nos dirigimos hacia Calasparra con la incorporación de Gregorio y Jose Luis, pero tuvimos algún problemilla con la ruta e hicimos kilómetros de más, llegando a nuestro destino con casi dos horas de retraso.

Así que, para recuperar este tiempo, decidieron adelantar en vehículo unos kilómetros para poder llegar a la hora estipulada a Cieza, la siguiente parada. Allí paramos en un bar a comer, para seguir después hacia Abarán con la compañía de tres chicos de Abarán que nos guiaron hasta Blanca, la siguiente parada.
Aquí los pueblos estaban muy próximos los únos de los otros, pero el tiempo que se iba perdiendo en los actos protocolarios volvían a hacer que nos retrasesemos y tuvimos que adelantar nuevamente los pocos kilómetros que faltaban para el siguiente pueblo en vehículos. A partir de Abarán ya se habían unido más corredores del Ermita de Burgos y con cada parada nos quedabamos muy fríos, así que decidí llamar a mi hermano Julio para que me recogiese y volverme para casa, que tenía aún unos cuantos kilómetros de coche.
En total hice unos 50-55 km ese segundo día con buenas sensaciones (al principio me costó porque me dolían las piernas de la bajada hasta Moratalla, pero después me encontré bastante bien). Lo único que me dolía un poco la espalda de la mochila y el tobillo...
Así, mientras yo volvía a Bullas, ellos terminaron la ruta del viernes de 117 km pasando por Ojós, Ulea, Villanueva de Segura, Ceutí y Lorquí (y puede que algún pueblo más... que hay muchos por allí!).
 
El último día les quedaban sólo unos 30 km entre Molina y Murcia, pasando por numeros pueblos y pedanías, pero yo ya no fui por tener demasiados kilómetros de coche. Además, tenía un poco inflamado el tobillo, aunque no me impédía correr en absoluto. Pero bueno, para no haber entrenado nada los últimos meses, meterme casi 100 km en 2 días estuvo bastante bien! Y sobre todo, el ambiente de la travesía fue muy entretenido y toda una suerte encontrar esos compañeros.
¡Saludos para todos, ultratraileros!
 
La web de la sección de montaña y ultras del club Ermita de Burgos: http://www.ultratrails.com/nuestro-club/travesia-de-reyes/

domingo, 2 de diciembre de 2012

FINDE MULTIAVENTURA EN MONTANEJOS

Este finde no he tenido ni competición ni salida a la montaña: me he ido a Montanejos (Castellón) con amigos de las carreras de orientación a hacer un fin de semana multiaventura, además de hablar de Verd3, el futuro equipo que se está creando con componentes de equipos varios de la Comunidad Valenciana. Íbamos a hacer bici de montaña, correr por montaña, escalada, espeleología y o-birring, así que no íbamos a parar mucho!
La noche del viernes nos fuimos para allá todos los que íbamos a hacer bici el sábado, y, a pesar del frío (había ola de frío y había nevado en Teruel a cotas no muy altas) nos juntamos unos cuantos: Héctor E., Ana, Toni, Ma, Héctor N., Oscar, Camil, Sergio F., Jaime y yo. Con nosotros venía Vicent, de Geoxtrem (la empresa de actividades de aventura de Montanejos que nos ayudó a organizar el I Raid Sierra de Espadán), para hacernos de guía por la zona.
Yo no iba con mi bici: Jaime me había dejado una suya vieja y llevaba bastante precaución porque no llevaba demasiados frenos, pero bueno, aparte de los frenos y de llevar la cadena oxidada iba bastante bien!
De Montanejos salimos por carretera (no había demasiados caminos para subir…) en dirección a Puebla de Arenoso remontando el río Mijares y el embalse de Arenoso hasta el cruce de Pina de Montalgrao, donde la subida se hizo más fuerte. Esta carretera la seguimos hasta el primer collado, donde tomamos un camino (¡por fín!) hacia la izquierda de bajada, para al poco tomar una senda algo técnica en dirección a la aldea de Los Calpes. Yo tuve alguna que otra dificultad por los frenos, mi inseguridad y lo lentos que teníamos que ir en los sitios más complicados por ser tantos y que siempre había alguien parado, por lo que no podía coger ni seguridad ni velocidad para pasar determinados puntos…
Tras hacer una pequeña pausa en el bar del pueblo, volvimos a coger otro camino en dirección a un piquillo con unas vistas espectaculares de la zona (en la foto, Montanejos y el barranco de La Maimona). Tras esa subida, ya sólo teníamos que bajar a Montanejos por pista y sin dificultad alguna.
Tras una comida rápida, volvimos a quedar con Vicent para que hiciera de guía por la Cueva Cirat, una cueva de unos 1100 m de longitud. Esta vez sólo fuimos 5 los que nos apuntamos: Héctor E., Héctor N., Sergio F., Jaime y yo (el resto se fue a escalar o a correr). Yo nunca había hecho espeleología y me gustó mucho ver las formaciones que habían: estalactitas, estalagmitas, columnas, antiestalagmitas, coladas, gours, bóvedas enormes, ... y otras más que nos contaba Vicent, pero que ya se me han olvidado! L Otra cosa que me llamó mucho la atención fue lo que parecía ser coral petrificado que llegaba hasta un cierto nivel, como si fuera esa cueva hubiese estado a nivel del mar hace millones de años…
Vamos, ¡una experiencia muy recomendable! 
Y por la noche, ya con David, Sara, Carlos B., Dori e Inma nos tocaba el O-Birring! (para los que no lo sepan es una carrera de orientación en la que entre balizas tienes que beber cerveza, memorizar y correr…, vamos para acabar cocío!). Lo hicimos por equipos, lo más equilibrados posibles, con orientadores más experimentados con los menos: a mí me tocó con Sergio F. (en cuanto a orientación éramos los que mejor íbamos! J). Pero aquí entraban en juego otros factores, como beber rápido y, sobre todo, ¡ver las balizas! ya que teníamos como balizas cartones blancos y naranjas que aunque estuvieras a 2 metros costaban de ver! (en la foto de abajo se me ve helado con Camilet, con balizas en la mano). 
Al final Sergio F. y yo fuimos los vencedores morales del O-Birring (el equipo de David y Sara llegaron antes pero con trampas! ;-P ). Allí mismo, con la ropa de correr y demás cenamos unas pizzas y también celebramos el cumple de Inma a las 00:00 en punto, con tarta incluida! Vamos una noche de lo más completa y divertida!
 
A la mañana siguiente, con poquitas horas de sueño, madrugamos para la última actividad del finde: unos nos fuimos a escalar y otros a correr. A escalar fuimos sólo Toni, Ma, Sergio F. y yo, y estuvimos en la vía Woody Allen (4+), relativamente fácil, ya que sólo encontré un punto complicadillo, pero porque me salí un poco de la vía, y tuve que bordearlo.
Sólo pudimos hacer una vía porque teníamos cita en el Spa a las doce de la mañana incluido en el precio del alojamiento, y claro, después del finde de no parar, pues no podíamos renunciar a él! Así que allí estábamos puntuales (para otras cosas no lo habíamos sido tanto!) para relajarnos entre la piscinita y el jacuzzi!
A comer se unieron Sergio A. y Mila, y ya por la tarde sólo teníamos la reunión de Verd3, cargar trastos y para casa!
Un finde estupendo, con amigos, deportes y risas ¡para repetir!

sábado, 3 de noviembre de 2012

VIAJE A LA SIERRA DE SEGURA

Este puente he estado el finde en la Sierra de Segura con Pitu y Miguel (un chico de Mula, amigo de Pitu) de travesía mochilera por el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. La ruta no estaba clara porque Pitu tenía el cuello contracturado y no sabía cómo evolucionaría; y la previsión de lluvias tampoco era muy buena, así que decidiríamos sobre la marcha.
Pitu conocía un poco la zona ya que había estado por allí antes del verano, pero le faltaban muchas cosas que ver y además, siendo otoño, la zona prometía paisajes espectaculares con los chopos pintados de un espectacular amarillo. Así, salimos el jueves por la mañana de Bullas con destino a Santiago de la Espada, Pontones y Fuente Segura, para dejar el coche en el monte por el barranco de la Fuerte de la Puerca (cerca de la Tiná del Estrenina – tiná = corral, pa’ entendernos…) junto a la pista de acceso, para no tener el coche muy lejos en caso de tener que volvernos antes. El tiempo no era malo, pero había nubes y hacía un viento que hacía la ruta incómoda.
Así salimos los tres (junto con Coqui, el perro de Pitu, ¡que se me olvidaba!), siguiendo la pista que nos había traído en coche en dirección suroeste subiendo lenta, pero constatemente. Cuando llevábamos una hora de ir por la pista, una señal (por cierto, que estaba todo superbién señalizado) que indicaba un mirador nos hizo salirnos de ella para tener una vista general de a dónde íbamos. Y fue espectacular: se veía todo el valle del barranco del Lobo con las aldeas abandonadas de Los Centenares y El Miravete, donde pensábamos pasar la segunda y tercera noches. El valle este precioso, con la mezcla de los verdes de los pinos y encinas mezclados con los distintos amarillos de los chopos y las hayas. Simplemente espectacular.
Nuestra intención para hoy era la de subir al Banderillas (1993 m) y dormir en el refugio que había en su cima para bajar al día siguiente hacia Los Centenares, pero durante el camino decidimos bajar directamente al valle a disfrutar de esos paisajes cuanto más cerca mejor. Así, tras volver a la pista llegamos a una bifurcación de caminos que nos llevaba hacia los próximos Campos de Hernán Perea o hacia nuestro destino, en dirección noroeste ya por senda. Durante la bajada no podíamos dejar de parar cada dos por tres a disfrutar del paisaje de la Hoya de La Albardía, a través de la que llegaríamos a Los Centenares al día siguiente.
A mediodía llegamos al caserío abandonado (con una decena de casas) de la Hoya y decidimos pasar allí la noche. Como todavía era temprano, salimos a darnos una vuelta, ya sin las mochilas y nos dirijimos por el valle en dirección suroeste hacia la Tiná de las Hoyas. Desde allí las vistas del Banderillas eran espectaculares, viendo las paredes de piedra que quedaban al norte del mismo y que imposibilitaban que se pudiera subir por esa cara… Además, se veía también el valle del río Aguasmulas, afluente del Guadalquivir y decidimos al día siguiente ir a ver su nacimiento, que estaba cerca en línea recta, pero que para llegar había que dar un buen rodeo.
Con esto, nos fuimos de nuevo hacia nuestro hotelito privado, recogimos leña, encendimos nuestro fuego y nos dimos nuestro festín, con vino incluido que me había llevado de casa.
Al día siguiente, nos cargamos con una sola mochila y para proteger a Pitu, Miguel la llevó de ida y yo la llevaría de vuelta. Bajamos por el sendero hasta el cortijo de La Fresnadilla y desde allí, ya junto al Aguasmulas, nos dirigimos aguas arriba intentando adivinar un sendero que pasase entre la maleza y el bosque. No sin dificultades fuimos progresando hacia arriba siguiendo hasta el último curso de agua, que nos llevó más alto de lo esperado: el nacimiento estaba al pie noreste del Banderillas, justo pegado al cortado que habíamos visto el día anterior desde la Tiná de las Hoyas.
Allí paramos a comer algo y, estando allí disfrutando del paisaje y creyendo que nadie había estado allí en mucho tiempo, apareció un hombre que venía buscando también el nacimiento y que casualmente era, como Miguel, ¡de Mula! ¡Justo en el nacimiento del Aguasmulas!
Desde allí, como estábamos a poco más de un kilómetro en línea recta de la tiná del día anterior, decidimos no deshacer todo el camino e intentar llegar por esa ladera. No se si hicimos bien o no, pero llegamos tras un camino difícil lleno de pedreras, maleza y algún pequeño cortado que nos hizo dar algún que otro rodeo… pero al final llegamos al camino y así hasta la Hoya de La Albardía, donde recogimos nuestras mochilas y continuamos por el sendero en dirección a Los Centenares.
Nuestra excursión al nacimiento del río había sido más larga de lo esperado, así que desde donde estábamos, decidimos ir directamente hacia nuestro próximo alojamiento, ya que no teníamos tiempo para visitar nada más (queríamos haber pasado por otra cercana aldea abandonada, Las Canalejas, pero no pudo ser y dijimos de ir al día siguiente). Y de camino hacia Los Centenares, sin saber exactamente dónde, pasamos desde la vertiente atlántica hasta la mediterránea, es decir, de la cuenca del Guadalquivir a la del Segura.
Así que llegamos a la aldea fantasma de Los Centenares… bueno, casi fantasma, porque una de las casas sigue con vida hoy en día! Allí nos encontramos con Pedro Guijarro, el último propietario de una casa en esa aldea, y su familia, que estaban pasando el puente allí (no viven allí todo el año). Pero voy a contar la historia bien contada: en 1977 se expropiaron todas las viviendas que habían dentro del parque natural ya que habían repoblado parte de la sierra y habían introducido animales y querían que el medio fuera lo más natural posible y que hubiera la mínima intervención humana. Por esta razón, expropiaron todas las tierras de los habitantes de la sierra, así como las viviendas. Excepto una que todavía resistía, la de la familia con la que estuvimos (esto es como los galos del cómic de Asterix y Obelix): se negaron a ser expropiados y aún hoy en día siguen de litigios legales…
Nosotros íbamos a quedarnos en una casa abandonada que estaba bastante bien, pero hablando con Pedro, nos dijo que la casa que estaba junto a la suya estaba mejor y así era, por lo que nos cambiamos a esta casa. Estaba genial, cuidada (para proteger la vivienda de Pedro, suponemos) y usada por excursionistas habitualmente. Además, para rematar, nos pusieron luz con una alargadera, nos dieron unos botes de cerveza y una cocacola y embutido casero. ¡Menudo lujo! Con la cocacola nos hicimos un calimochazo con un vino que había en la casa que paqué! ¡Y por la mañana nos dieron unos rollitos recién hechos para desayunar!!!
Esta mañana ha amanecido totalmente cubierto y con muy mala pinta. Ayer el tiempo fue estupendo: soleado y sin viento; pero hoy se ha torcido. Nos hemos preparado para acercarnos a Las Canalejas por un atajo que nos ha indicado Pedro, pero justo al salir ha empezado a llover y nos hemos quedado junto a la lumbre hasta ver si paraba… pero no lo ha hecho. Así que, cuando el tiempo ha dado un paréntesis de lluvia, hemos decidido bajar a El Miravete, la otra aldea que vimos desde el mirador el jueves, ya que había otra casa que estaba en buenas condiciones, y si el tiempo lo permitía visitar Las Huelgas, otra aldea abandonada.
Cuando íbamos de camino hacia El Miravete, junto al barranco del Lobo, la lluvia ha vuelto a aparecer y cuando hemos llegado a la aldea hemos decidido esperar a ver cómo evolucionaba el día, de nuevo junto a la hoguera.
Las horas pasaban y no parecía que mejorase el tiempo, así que hemos pensado que lo mejor era volvernos al coche, puesto que sabíamos que daban más lluvia para el domingo. Así, lloviznando, hemos salido en dirección este en busca de un camino antiguo que Pitu recordaba de su anterior visita a la zona, para subir por una senda amplia, pero mal conservada hasta lo alto de la ladera, donde llegamos muy cerca del arroyo de la Fuente de la Puerca, para volver a tomar la pista por la que iniciamos nuestras andanzas el jueves y volver al coche.
No lo he dicho todavía, pero hemos visto un montón de animales salvajes diferentes: jabalís, cabras montesas, ciervos, gamos, muflones y alguno más que yo no reconocía. Naturaleza en estado puro. Y esta naturaleza también nos ha dado alimento: hemos comido manzanas, una especie de ciruelas pequeñas, uva, membrillo,… todas ellas de los antiguos cultivos de los habitantes de la zona, que aunque están abandonados, siguen dando algo de fruto.
Bueno, un finde estupendo, con sitios preciosos y con muchos más rincones por descubrir en próximas visitas a una sierra que tenemos cerca y que, por suerte, está bastante olvidada por el turismo. ¡Viva la Sierra de Segura!

domingo, 14 de octubre de 2012

3 DÍAS DE LORCA

Por tercera semana seguida, este finde también he tenido carrera, esta vez se trataba de la última prueba de la Liga Española de Orientación: los 3 Días de Lorca. Como este finde ha habido puente, hemos tenido carrera tres días, desde el viernes hasta hoy domingo.
Yo he ido directamente a todas las carreras desde el pueblo, ya que me han pillado todas a menos de una horita de coche. Y para ir, he compartido el coche con la gente de orientación de Bullas (Joaquín, LuisRa, Miguel, Lope y JuanFran), con los que a partir de ahora coincidiré más en las carreras de Murcia, al haberme venido a Bullas a vivir nuevamente tras haberme vuelto a quedar sin trabajo (justo el jueves fue mi último día).
VIERNES – DISTANCIA MEDIA (4,3 km – 160 m)
El viernes la carrera se disputó en el mapa de Fuente Atocha Oeste (por Zarcilla de Ramos, una pedanía de Lorca cercana a mi pueblo), y tras dos fines de semana de machaque físico, ya empezaba a encontrarme mejor físicamente. Como el finde pasado había estado en el Campeonato de España deMaratón-O y había tocado mapa, pues no tenía excusas para no hacerlo bien. Justo por eso, salí con bastante precaución y concentrado para entrar con buen pie en el mapa y coger confianza con el mapa.
Empecé bien, sin muchos fallos, pero los problemas empezaron pronto…:
-    Baliza 8: perdí 1’30” en una baliza de poco más de 30” por no ubicarme bien en la vaguada
-    Baliza 13: perdí unos 9’ porque me equivoqué de vaguada y estuve buscando la baliza en otro sitio…
-    Baliza 14: perdí casi 3’ al equivocarme de rumbo y llegar a la baliza 15 en vez de la 14…
-    Baliza 18: perdí otros 3’ al perder la referencia de donde estaba en la ladera, y unido al cansancio que me impidió pensar, encontré la baliza de chiripa!
Al final acabé con 57’11”, 17º de 20 participantes, a 21’ del ganador del día. A pesar de esto, no estaba descontento ya que a pesar de los fallos anteriores, me orienté bastante bien en toda la carrera y me lo pasé bastante bien.
SÁBADO – DISTANCIA LARGA (7,0 km – 305 m)
Ayer volvíamos a correr en la misma zona, aunque esta vez en Fuente Atocha Este, y volví a salir con ganas de hacer orientación! Quería salir concentrado y no fallar mucho para no cometer fallos como los del día anterior, pero las dificultades vinieron pronto:
-    Baliza 2: perdí 9’ en un tramo bastante largo, en el que no sabía muy bien la vaguada en la que me encontraba y dí bastantes vueltas…
-    Baliza 3: perdí 4’ en un tramo larguísimo, por elegir una mala ruta
-    Baliza 8: perdí otros casi 4’,pero no se muy bien como…
-    Baliza 11: perdí 2’ al equivocarme de rumbo y llegar a la baliza 12 en vez de la 11… (¡¡¡Repito error de ayer!!!)
-    Baliza 15: perdí otros 2’ al fallar el rumbo de salida (siempre fallo en el rumbo!), pero reubicarme pronto
Así, acabé con 1h28’51”, el 13º de 21 corredores y a 30’ del vencedor de la jornada. Al igual que ayer, acabé bastante contento por correr con un mapa: parece que estoy volviendo a encontrarle el gustillo! J
DOMINGO – DISTANCIA MEDIA URBANA (4,1 km – 200 m)
Hoy la carrera se disputaba en el casco antiguo de Lorca, repleto de callejuelas y escaleras. Creo que todos teníamos en la cabeza un sprint urbano, pero al final ha sido más larga y dura de lo que nos esperábamos y alguno que otro lo ha pagado (no yo, que cuanto más larga es la carrera mejor me encuentro). Todos hemos salido a tope desde el principio, pero dada mi condición de “runner”, sabía que podía hacerlo bien.
Mis fallos del día:
-    Baliza 7: he perdido más de medio minuto porque no he leído bien el mapa y no he podido pasar por donde quería, dando un rodeo
-   Baliza 11: he perdido otro medio minuto por salir de la baliza 10en dirección contraria…
-    Baliza 13: de nuevo otro medio minutillo, por no leer bien el mapa (3/3) he bajado por las escaleras que no tocaban, dando otro rodeo importante, pero subsanándolo corriendo a tope!
-    Baliza 17: he perdido casi otro medio minuto por el cansancio (me lo he tomado como descanso para coger un poco de aire…)
-    Baliza 21: aquí sólo han sido quince segundillos, pero el error en la elección de ruta no me lo quita nadie!
Pero lo bueno es que he marcado 2 mejores parciales y también un segundo y varios terceros para acabar con 37’17”, el 5º de 19 corredores y sólo a 3’26” del ganador!!!
Con todo, me he quedado muy contento de las tres carreras: las dos primeras, en cuanto a tiempos no parecen muy buenas (por los tiempazos de los primeros), pero para mí han estado bien; y la urbana, más fácil para mí donde tiene prioridad el físico, estupendísima!
¡Deseando que llegue ya la temporada que viene!
 

domingo, 7 de octubre de 2012

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE MARATÓN ORIENTACIÓN – VIATOR

Este finde, todavía cansado del esfuerzo del finde pasado por la Emotion Extreme de Jaén, pero cargado de ilusión por hacer una carrera en equipo con mi hermano, hemos ido a hacer el Campeonato de España de Maratón Orientación en Viator (Almería), dentro de la base militar de La Legión. Esta carrera tenía un toque de emotividad para mí ya que fue en el Campeonato de España de hace 3 años cuando hice la primera carrera de orientación con mi hermano y le mostré lo que era este mundillo, y claro, me hacía mucha ilusión repetir una carrera con él. 
Los maratones de orientación son carreras de dos días en los que has de tener autosuficiencia, es decir, debes correr cargado con todo lo que necesites: comida, tienda de campaña, sacos, etc (según el material mínimo que te exige la organización), y claro, cuanto menos pese pues mejor! Pero nosotros no tenemos material muy ligero, y llevábamos mucho más peso que la media de competidores de nuestra categoría.
Así, ayer sábado salimos de Murcia para ir directamente a la carrera y aprovechar al máximo el descanso en camita, jeje. Allí nos encontramos con mucha gente conocida, pero sólo a dos UPV-O’s, Héctor y Lau, que formaban un equipo mixto.
Y tras el control de material, se inició la carrera con una salida en masa, en un día muy caluroso, a pesar de ser octubre. Salimos bastante bien y bastante rápido (demasiado…) al ser la primera parte de la carrera bastante llana. Hasta la baliza 11 íbamos bastante bien, con pocos fallos, y en quinta posición, pero a partir de entonces, ya con 2 horas de carrera, empecé a pagar el esfuerzo del finde pasado y aunque no fallábamos mucho, bajamos bastante el ritmo. Además, a partir de la baliza 14 lo distancia entre balizas aumentó mucho y ya no teníamos la ventaja de orientar bien para ganar tiempo y los equipos más fuertes nos empezaron a adelantar por físico. Y para rematar, a partir de la baliza 16 el terreno se hizo mucho más rompepiernas con un terreno lleno de vaguadas y fuertes subidas.
Estabamos hechos polvo (al menos yo…) y de camino a la baliza 19 decidimos parar un rato a comer y descansar un poco, perdiendo bastante tiempo. El calor era increíble y no había ni una sombra en el mapa, lo que dificultaba mucho la competición y nos hizo pagar la salida tan rápida que hicimos. Sin embargo, en el último tramo, volvimos a hacer buenos parciales (yo creo que debido al cansancio del resto de los equipos) y acabamos la jornada sextos (de doce participantes), con 6h12’30”. La meta era el lugar donde teníamos que pasar la noche.
Esta mañana hemos recogido todo y nos hemos vuelto a cargar con las mochilas para hacer la segunda etapa de la competición, de menos distancia, pero, proporcionalmente, con más desnivel acumulado. Hoy teníamos bastante desnivel desde la salida, y toda la carrera ha sido por la misma zona de ayer llena de vaguadas y fuertes pendientes, lo que impedía correr. Además, estábamos bastante cansados y no hemos podido llevar un ritmo fuerte.
No hemos fallado mucho, pero no hemos podido ir muy rápido y los demás equipos iban mejor físicamente que nosotros, con lo que nos han ido sacando tiempo poco a poco. A partir de la baliza 4 hemos ido novenos, y no hemos vuelto a ver a ningún rival. Mientras, justo por delante de nosotros, se iba formando un grupito de 4 equipos que nos iban metiendo tiempo poco a poco. Y en esa novena posición llegamos a la meta con un tiempo de 3h11’29” a 15-20’ de los cuatro equipos que nos antecedían.
Por culpa del mal resultado de hoy, al final hemos acabado el Campeonato de España en octava posición, contentos pero sabiendo que podíamos haberlo hecho mejor si las fuerzas no nos hubiesen fallado. Por otro lado, Héctor y Lau han quedado terceros en categoría mixta, aunque tampoco estaban del todo contentos porque habían fallado mucho en una baliza y podían haber sido segundos sin problema, pero bueno, ¡en una carrera de orientación nunca quedamos contentos!
 

domingo, 30 de septiembre de 2012

I EMOTION EXTREME JAÉN

El martes pasado acabamos las obras del Centro Comercial y por fin estoy más liberado, y como ya lo sabía, pues me apunté a la Emotion Extreme, una carrera de 66,6 km y 3.300 m de desnivel positivo que se disputaba en Jaén. Y, ¿qué pintas tú en Jaén?, os preguntareis, ¿no? Pues un amigo del equipo de atletismo de la UPV con el que hice los 101 km de Ronda, Fernando R., es de un pueblo de Jaén llamado Torreperogil, y para celebrar que había aprobado la oposición nos propuso a unos cuantos descerebrados hacer esta carrera, y claro, no pude negarme! (bueno, el día que se inscribieron le llamé para decirle que no iba a poder ir por el trabajo, ya que no sabía cuándo era exactamente la inauguración, pero ese mismo día me arrepentí y me inscribí también…).
Y claro, como la inauguración fue esa misma semana, pues pude ir sin problema alguno, excepto por el hecho de que no pude entrenar prácticamente nada. Pero bueno, el caso es que era aprovechar el finde para liberar la tensión del último mes de trabajo. Así, ayer sábado me fui a casa de Fernando R. donde me reuní con él y con el resto de descerebrados: Norma, Javi Galindo, Fernando G., Adelino, Miguel Ángel y Loli. Norma estaba lesionada y no iba a poder correr y Loli se había apuntado a la media maratón de montaña, pero el resto estábamos inscritos a la larga (había también una maratón de montaña) y ninguno había preparado ni medio bien la carrera.
Pues así, esta mañana nos hemos presentado en la salida de Jaén para hacer lo que pudiéramos, pero sobre todo acabar la carrera en las 12 horas de tiempo límite y sabiendo que íbamos a quedar entre los 100 primeros (porque esa el número de inscritos, jeje). Yo no tenía claro a qué ritmo salir, y pensé en salir con Fernando R. ya que solemos ir siempre al mismo ritmo en las carreras de asfalto. En la salida, he vuelto a colocarme en la última fila del pelotón para quitarme presión y evitar salir demasiado rápido y quemar muchas calorías, y me he encontrado sin ninguno de mis compañeros. Como siempre, he comenzado a adelantar rápidamente a muchos corredores y poco a poco he pasado a Javi (que también estaba tocado físicamente), a Loli, a Miguel Ángel y a Fernando R., pero ha decidido no seguirme porque estaba un poco asustado por la distancia.
Tras la primera subida, había un tramo bastante técnico por la cresta con muchas piedras y poco después había una bajada bastante complicada, con un tramo de mucha pendiente en el que había que ayudarse de cuerdas para bajar, seguido de una pedrera muy disfrutona. Y, sorprendentemente, en el tramo de cuerdas me he encontrado con Fernando G. y con Adelino. No esperaba verlos en toda la carrera porque en las carreras de asfalto son muy buenos y siempre van muy adelante, pero no tienen experiencia en montaña. Así, cuando el terreno se pone algo técnico, pierden velocidad, mientras que yo puedo ir igual de rápido. Además, Fernando G. se había caído en la cresta y andaba algo temeroso cuando había alguna dificultad.
Y así les he superado en ese tramo: ¡iba el primero de los 6!, pero por poco tiempo... Adelino me ha alcanzado enseguida en el camino y me ha acompañado unos pocos kilómetros hasta que Fernando G. nos ha alcanzado y entonces se me han vuelto a ir coincidiendo con un subidón por un cortafuegos durísimo. Como sabía que no andaban muy lejos, intenté mantener un ritmo alto para no perderlos.
En el siguiente avituallamiento, al poco de empezar la bajada, los he alcanzado, al estar Fernando G. curándose las magulladuras de su caída en la primera cresta, y los tres juntos hemos ido bajando por la pista, hasta que se tomaba nuevamente otra senda, donde me he vuelto a escapar. No les esperaba porque sabía que ellos pronto me iban a alcanzar en el llano. Y así ha ocurrido: primero me alcanzó Adelino y después Fernando G. A esa altura de carrera íbamos en la posición 25º aproximadamente (según nos decía la gente de la organización).
La siguiente subida era muy larga, aunque no muy dura, pero era lo suficientemente dura como para hacerme ponerme a caminar, llevándonos al punto más alto del recorrido. Sin embargo, Fernando G. y Adelino sí que han continuado trotando y se me han vuelto a escapar, aunque pronto también iban caminando. Los veía a lo lejos y los tenía de referencia y caminando me he ido acercando a ellos poco a poco (muy poco a poco…), al estar yo más acostumbrado a caminar y llevar un paso más rápido. Además, también hemos ido adelantando a otros corredores y casi al final de la subida, en otro avituallamiento he vuelto a alcanzarlos. Desde allí hasta el final de la subida, hemos ido juntos y ocupábamos una posición aproximada entre la 13ª y 15ª.
En la siguiente bajada, que era bastante técnica, Fernando G. se ha vuelto a quedar, y yo volvía a ir el primero de los tres, pero ya iba bastante cargado muscularmente y he parado un par de veces a estirar un poco, ya que me empezaban a doler las piernas (llevaba los cuádriceps y los isquios bastante duros), con lo que Adelino marchaba por delante y Fernando no ha tardado en alcanzarme al poco de empezar la pista de bajada, aunque íbamos los tres sólos. Y ha sido en ese punto donde nos hemos perdido: justo antes de llegar al avituallamiento donde había comida hemos tomado un camino equivocado. Teníamos que haber girado a la izquierda para llegar al mismo por una carretera (estaba a unos 300-500m del cruce) para después volver por la misma carretera y volver a llegar al mismo cruce, continuando por la carretera, pero ninguno de los tres hemos visto la señal y hemos girado directamente a la derecha, ¡saltándonos el avituallamiento! Y hemos seguido unos 4-5 km más hasta que ha vuelto a empezar otra subida, donde ya juntos nos hemos dado cuenta de que nos habíamos equivocado de camino. Y además, llevábamos mucho tiempo sin ver a ningún corredor.
Así que nos hemos parado a pensar qué hacer. Yo iba casi sin fuerzas y necesitaba comer, así que he preguntado en una casa si nos podían llevar hacia atrás hasta donde nos habíamos perdido. Un señor superamable, nos ha llevado hacia atrás hasta el punto donde nos habíamos equivocado para que pudiéramos comer algo y, nos ha esperado para devolvernos nuevamente al punto donde nos había recogido. No se si esto es muy legal, pero en mi opinión, el cruce donde nos hemos equivocado no estaba lo suficientemente claro y los únicos que hemos salido perdiendo hemos sido nosotros, ya que nos han adelantado unos quince corredores y habremos perdido aproximadamente media horita…
Con todo hemos vuelto a seguir la carrera, ya dirigiéndonos a la última subida donde Fernando G. y Adelino se han vuelto a ir hacia adelante. Hemos vuelto a adelantar a los mismos corredores que ya habíamos pasado antes y les hemos ido contando nuestra historia ya que se han sorprendido de volver a vernos… En la última bajada había un último avituallamiento y allí he vuelto a coincidir con ambos, pero han salido antes que yo y como ya sólo quedaba buenas pistas en las que correr ya no los he vuelto a ver. Además, yo iba tocado muscularmente y tenía que ir parando a estirar cada 1-2 km.
Aún así he adelantado a algún corredor más, y he llegado al final destrozado en 9h29’24”, en la posición 22ª (Adelino y Fernando G. han llegado juntos unos 12’ antes que yo en las posiciones 16ª y 17ª). Si no nos hubiésemos equivocado hubiésemos hecho los tres entre los 15 primeros, y ellos tal vez hubiesen llegado al top 10). Además, en la meta nos esperaba una última sorpresa: nos recibía al cruzar la meta el mismísimo Manolo "Triki" Beltrán (ciclista retirado del equipo Banesto/Movistar) y nos daba el agua mientras nos felicitaba!!! Los demás han ido llegando poco a poco, primero Miguel Ángel, después Fernando R. y por último Javi (que ha llegado a un par de minutos del cierre de la meta!), todos muy cansados, pero supercontentos por haber acabado.
Tras la carrera nos hemos vuelto a Torreperogil a dormir para el lunes (que lo teníamos todos libre) poder volvernos a la vida diaria. Pero antes de acabar me gustaría dar las gracias a Fernando R. y a toda su familia por su hospitalidad y amabilidad al hacernos sentir como si estuviésemos en nuestras propias casas. ¡Un placer compartir un finde con tan buena gente!
 

domingo, 9 de septiembre de 2012

CXM EL VALLE (MURCIA)

Esta mañana he vuelto a hacer una carrera por montaña desde el Campeonato Autonómico de Albocasser de abril, y para variar, ¡voy sin preparar! Esta vez es debido a que estamos acabando la obra del Centro Comercial donde estoy trabajando y vamos muy liados, pero como dentro de 3 semanas estoy apuntado a otra carrera de 66km en Jaén, pues así me obligo a entrenar algo en la montaña. Además, mi hermano Julio se ha federado también en montaña para hacer las carreritas de la liga regional y gracias a él me he apuntado (¡¡¡ahora es él quien me empuja a hacer cosas!!!).
La carrera tenía unos 22km y 1200 m+ (aunque los GPS’s dicen que es menos…) con salida desde el Santuario de la Fuensanta y para variar, he salido el último – literalmente – para quitarme presión y no ir demasiado rápido al principio, pero rápidamente me he quitado a mucha gente antes de empezar la subida a la Cresta del Gallo. Tras ella tocaba un continuo sube-baja por la sierra y su valle posterior, por terrenos relativamente variados que me han gustado bastante.
Tras subir a las antenas de la sierra, quedaba una larga última bajada para acabar nuevamente en el Santuario y acabar en 2h25’55” en la posición 54 de 318, muy bien, pero algo cansado al final (por lo que creo que lo voy a pasar muy mal en Jaén, sabiendo lo poco que voy a poder correr estas próximas semanas…).

lunes, 20 de agosto de 2012

ASCENSIÓN AL VIGNEMALE

Hoy he vuelto de mi estancia de tres días en Pirineos (hoy me he cogido el día libre para hacer un finde largo y poder subir a la montaña, ya que acabando el trabajo a las siete, no tengo tiempo para llegar…). Para este viaje he ido con Loli a hacer la ascensión del Vignemale o Pique Longue, una cima fronteriza entre España y Francia de 3298 m.
Yo salí de La Zenia el viernes por la tarde con destino a Valencia para dormir allí y salir temprano el sábado con destino a Pont d’Espagne, en el lado francés de los Pirineos. El viernes por la noche estuvimos decidiendo si era mejor acceder desde allí o si sería mejor desde los Baños de Panticosa, en el lado español: accediendo desde Pont d’Espagne teníamos unas 2,5 horas más de coche, llegando allí a las 16h aproximadamente y con unos 8-10 km a pie de suave, pero constante subida cargados con todo; mientras que desde los Baños de Panticosa , podíamos estar a las 12h, pero teníamos unos 20-25 km cruzando dos collados de 2500 m con el mochilón. Yo prefería esta segunda opción, pero debido a que teníamos que llevar a cuestas saco, tienda y comida ya que nos había sido imposible contactar con el Refugio de Oulettes (donde queríamos dormir).
Con todo esto nos dirigimos a Pont d’Espagne, pensando que sería el pueblo donde llegaba la carretera, pero no: se trata de una gran zona recreativa donde hay un enorme parking donde dejar el coche (pagando, claro, unos 8€). Pero bueno, ya que estábamos allí los pagamos e iniciamos la subida por el precioso Valle de Gaube, siguiendo el GR10. Al principio subía bastante, pero en cuanto llegamos al lago de Gaube la subida se hizo mucho más tendida y fácil. Hacía una tarde estupenda y había una gran cantidad de senderistas por la zona: la verdad es que merece la pena pasar el día en familia por esa zona, sin mochila y disfrutando, no como nosotros, cargados hasta los topes! El camino se hizo bastante ameno ya que vimos bastantes animales: vacas y cabras montesas a mogollón y hasta marmotas. Además las vistas del valle eran espectaculares, siempre con el macizo del Vignemale al fondo, presidiendo, y los dos pequeños glaciares que daban a la cara norte.
Así, llegamos al Refugio de Oulettes de Gaube (2151 m) a buena hora con la suerte de poder coger litera! Allí, me encontré con un amigo orientador, Joaquín de Huesca, que estaba haciendo una ruta circular de 4-5 días por la zona (ahora no recuerdo el nombre de la ruta) y que les quedaba un día de marcha.
Al día siguiente madrugamos bastante y fuimos de los primeros en salir del refugio antes de las 7 de la mañana con la intención de subir el Vignemale y el Petit Vignemale (si nos daba tiempo). Habíamos dejado en el refugio todo lo que no necesitábamos y podíamos subir con mucha más facilidad. El primer tramo hasta el collado Hourquette d’Ossoue (2734 m) era bastante empinado, pero todavía íbamos con las fuerzas repletas. Desde allí bajamos al Refugio Bayssellance (2651 m) y desde él seguimos bajando un poco más para dejar el GR 10 cogiendo una senda menos clara que salía a la derecha justo en una curva del camino. Desde allí ya se veía el glaciar d’Ossoue, que tendríamos que atravesar para llegar a nuestra meta. Poco a poco la subida se iba haciendo más empinada y fuimos desviándonos hacia la izquierda (en dirección al glaciar) para coger el hielo lo más tarde posible.
Entonces nos calzamos los crampones y entramos al glaciar: era el primer glaciar que pisaba. Hasta ahora había usado los crampones en laderas heladas, pero nunca sobre un glaciar y me quedé un poco impresionado con las grietas que tenía. Recordaba de EGB lo que nos enseñaban, pero esto era espectacular, y el día acompañaba. Poco a poco, el glaciar se hizo más tendido y lo atravesamos sin problemas buscando el paso entre las grietas para avanzar, llegando hasta el final.
Se veían al fondo las grutas Russell, excavadas por Russell en la roca como refugio para las ascensiones de este enamorado de esta montaña de principios del siglo pasado. Era espectacular ver cómo ahora están a unos 20 de altura desde la superficie del glaciar y pensar que hace un siglo se podía acceder a ellas desde el mismo glaciar… Sin palabras.
Llegados al final del glaciar nos colocamos los cascos y nos dirigimos al final de la subida, un tramo con mucha pendiente para el que tenías que ayudarte de las manos en muchos sitios (sin llegar a trepar), pero en el que había riesgo de caída de piedras de otros montañeros que iban más arriba. Poco a poco, y con bastante precaución, alcanzamos la cima del Vignemale (3298 m) con relativa facilidad. Además, no era más de mediodía y el tiempo era bueno, así que decidimos subir a otro par de picos más del circo glaciar, que se veían bastante fáciles.
Bajamos otra vez al glaciar con más precaución todavía y nos dirigimos al Cerbillona (3247 m) por el collado de Cerbillona por una subida bastante fácil, para después crestear y llegar al Pico Central (3235 m) cruzando por el collado de Lady Lyster (3200 m). Allí nos encontramos con un grupo de cuatro valencianos que habían salido del Refugio Bayssellance y que estaban haciendo la misma ruta que nosotros, así que nos unimos.
Como íbamos bien de tiempo, y a pesar de que empezaban a aparecer algunas nubes, el buen ánimo y la alegría nos hizo decidir ir a subir el Petit Vignemale. Bajamos al glaciar nuevamente a través del collado de Lady Lyster y bajamos por el mismo sitio por donde habíamos subido para dirigirnos nuevamente al Refugio Bayssellance. Allí se quedó uno de los valencianos, mientras nosotros nos volvimos a encaminar al collado de Hourquette d’Ossoue para coger el desvío hacia la última cima del día. El cielo ya se estaba encapotando y a lo lejos se veía alguna tormenta, pero decidimos hacer la última subida.
Yo no creía que la tormenta apareciera tan rápido, pero llegó cuando nos quedaba poco para coronar, así que nos pusimos los chubasqueros y nos obcecamos en llegar con la tormenta ya encima de nosotros con el peligro que traía: vimos cómo caía algún rallo al otro lado del valle, a no más de un kilómetro… Así que hicimos cima en el Petit Vignemale (3032 m) y bajamos corriendo cagando leches! Ya en el collado la tormenta había pasado, y con la cabeza un poco más fría me di cuenta de que en cuanto nos habíamos dado cuenta de la tormenta, lo que teníamos que haber hecho era habernos vuelto… ¡Pero de todo se aprende en la vida! Por suerte no había sido muy larga ni había llovido mucho.
En el collado nuestros compañeros se volvieron hacia su refugio mientras que nosotros nos dirigimos hacia abajo en busca del calor del refugio. Pero no iba a acabar todo ahí: a mitad de la bajada nos cogió otra tormenta, esta vez sin tantos rallos, pero con bastante más agua. A pesar de correr otro rato para que no nos pillara la lluvia, cuando llegamos al refugio íbamos calados hasta los huesos.
Hoy lunes no hemos madrugado mucho, pero la bajada cargados de nuevo con las mochilas se ha hecho bastante larga y cansina. Al llegar al Pont d’Espagne nos hemos dado una vuelta por la zona y hemos descubierto unos parajes preciosos, con unas cascadas espectaculares y unos puentes de piedra centenarios. Lo único es que estaba lleno de tiendas de souvenirs y turistas haciendo fotos: nosotros que llevábamos dos días casi sin ver a nadie, llegábamos a la civilización y al mundo del consumismo en cuestión de minutos!
Desde allí, todavía nos quedaba un buen paseo hasta Valencia y a mí otro poco más hasta Orihuela, así que comimos algo rápido y dejábamos las mini-vacaciones hasta más ver! ¡Espero no tardar mucho en volver a estas montañas!

sábado, 21 de julio de 2012

TROFEO FIESTAS DE SANTIAGO 2012 - TOTANA

Esta tarde he vuelto al mundo de la orientación (sin contar el Raid de Ronda) desde el CEO de Plasencia y ha sido en una carrera de la Liga Murciana de Orientación, sin ninguna expectativa y habiendo salido por la mañana con la bici de carretera y haberme hecho unos 80 km.
La carrera ha sido en Totana (El Mortí – La Charca) y en categoría Élite, en la que me he competido por primera vez (si no me equivoco) contra mi hermano Julio en orientación y en la que suponía que saldría perdedor ya que él está haciendo carrerones este año en H21B en liga nacional y yo bastante mal… Y para rematarlo, llegamos con el tiempo justo y llego a la salida con unos 2 minutos de retraso!
En cualquier caso, he salido muy concentrado e intentando meterme en el mapa cuanto antes, y he encontrado todas las balizas con facilidad y con pocos fallos:
-    Baliza 5: he pasado a unos 10 m del punto (un límite de vegetación) y me lo he pasado debido a que la baliza estaba tirada en el suelo, perdiendo algo más de un minuto (colocando bien la baliza…).
-    Baliza 13: iba un poco cansado por la velocidad de la carrera y he perdido la concentración, errando en la salida de la baliza 12 y después fallando en la ruta elegida, volviendo a perder más de un minuto nuevamente.
-    Baliza 19: aquí me ha costado un poco encontrarla porque me he desorientado un poco dentro del bosquecillo, perdiendo casi otro minuto.
Con todo esto he acabado con 40’03”, sexto (de ocho) y justo por delante de Julio (41’50”). Además, casi no he notado el cansancio de la mañana, por lo que estoy muy contento con la carrera, de las pocas en la que no he tenido baliza maldita!